29 de agosto de 2013

Vuelta de Página

Las gotas tocando una melodía extraña sobre el techo, me despertaron del sueño de domingo. Hace frío esta mañana pero da placer saber que no hay apuro, que el despertador no va a sonar y que el tiempo pasa más lento que de costumbre haciendo espacio a las cosas simples del día. Doy algunas vueltas en la cama, mis pies se mueven hacía los fondos fríos y vuelven rápidamente a su lugar, donde el calor de toda la noche los aguarda, haciendo de la mañana un lugar donde dan ganas de quedarse a vivir.

22 de agosto de 2013

Aura

Figuré la sombra
donde te hiciste eterno.
Frente al sol de abril
desnudaste tus pétalos,
deshaciéndote en mis manos,
escurriéndote en colores eternos.
El aire se impregnó de verdes,
de mis ojos brotaron las transparencias.
La garganta se cerró al olvido;
me falló la respiración,
sólo por un momento.
Y cuando el sol me puso al descubierto,
miré hacia atrás,
por última vez.

15 de agosto de 2013

Donde Habitan Los Miedos

Ya no tengo que preocuparme por llegar a tiempo, porque nadie me espera, nunca más. Encerrada en la oscuridad de un ciego, la vida está resbalando lenta. El plato pasa bajo la puerta, sólo con olerla, sé que no voy a probar esa mezcla. Estoy esperando que las inmundicias de la celda me sorprendan, se metan dentro de la carne por alguna grieta y escarben sobre los restos que me pesan. No hay luna, sol, ni estrellas; tampoco una lluvia que me empape el alma, y mientras, el alma se escapa por las ranuras de la madera. Cierro los ojos e intento, pero los colores se fueron borrando, ya no los recuerdo. También las imágenes se fugaron, no las culpo; ojalá la cordura se revelara y partiera, dejando sólo a este cadáver, pudriéndose hasta los huesos. Esta irascible soledad de existir, no por ausencia de compañía, pone de manifiesto que no vivo en el recuerdo de nadie. El universo ha liquidado mi destino.

8 de agosto de 2013

Al Otro Lado

Me miré en el espejo por última vez, las sombras bajo mis ojos de cristal advertían algo, pero preferí ignorarlo; Lucía me esperaba en el café a las cinco, no quería demorarme. El del espejo hizo una mueca desconocida para mi rostro, se veía feliz de una manera distinta. Giré para tomar el sombrero que estaba sobre la silla, resbalé y caí hacia atrás; sus manos, que me acechaban como garras impacientes, me sujetaron y arrastraron dentro de la prisión donde él había reinado durante veintisiete años; ahora libre, ocuparía mi lugar. Sabía que no podía confiar en él, nunca debí darle la espalda.
Se acomodó el sombrero mirándome a los ojos, yo no era capaz de decidir mis movimientos, me sentía como una marioneta desgarbada. Volvió a sonreírme orgulloso de lo conseguido, me dio su perfil derecho y me arrastró hacia un costado, ambos desaparecimos por completo. Lo oí revisando unos papeles, cerrando la puerta, entonces me quedé sólo en el lado oscuro, en completo silencio.

1 de agosto de 2013

Me Quedo

Me quedo aunque sea solitario.
Me quedo aunque no pueda tocarte.
Me quedo aunque tenga que hablarte por textos;
aunque mis labios te estén extrañando,
aunque mis ojos no encuentren su espejo.