27 de febrero de 2014

Viento interior

Estoy esperando
a que anochezca
mientras el sol se refleja
en cada corteza.

Estoy esperando
que salgas afuera
y dejes que el viento
te enjuague las penas.

Estoy esperando
que no te detengas,
y revivas el fuego
que corre en tus venas.

25 de febrero de 2014

Premio Dardos



Antes que nada quiero agradecer a +DAVID SOLERA ASIS  por este premio he invitarlos a que visiten sus hermosas letras en su blog: http://unaabubillaenlabahia.blogspot.com.ar/

Premio Excelencia


Esta semana +Pablo Astorga , +Alba Garzon y +Rakel Relatos   me han otorgado este premio, les agradezco a ambos por este reconocimiento que es una caricia literaria. Para los que no conozcan sus blogs los invito a visitarlos y conocer tan lindas letras:

http://lugarllamadopensamiento.blogspot.com.ar/ de +Alba Garzon
http://mensajesconsentido.blogspot.com/ de +Pablo Astorga
http://losrelatosderakel.blogspot.com.es de +Rakel Relatos

Premio Liebster

liebster-award

Recibí este premio de +Enrique Guisado  y de  +BEATRIZ ESCRIBE. Muchas gracias a ambos y los felicito por sus letras, pueden leerlos en los blogs:

http://beaescribe.wordpress.com/ de Beatriz y

http://avueltasconlasletras.wordpress.com/ de Enrique Guisado

Premio Lovely Blog Award

Recibí este premio desde el blog de Silvana Pressacco http://silpress.blogspot.com.ar

¡Muchas gracias Silvana!


20 de febrero de 2014

La sombra de la soledad

Malena despertó de golpe, adentro le llovía con fuerza y tanto ruido había acabado con el sueño. Ojalá el día este nublado y haya tormenta, hoy no puedo soportar el sol, pensó. Con la habitación a oscuras abrió los ojos y los clavó en el techo como dos alfileres, inmóvil sobre la cama, en su cabeza la marea subía. Estaba pensando en demasiadas cosas para las seis de la mañana, las palabras le volvían una y otra vez sobre la frente, tanta habladuría puesta sobre los sentimientos, la gente prometía en exceso y renunciaba por tan poco, todos estaban vacíos; Malena les creía y cuando llegaba el desengaño acumulaba en el corazón un poco más de angustia y de llanto. Cada vez se repetía que era la última, que no iba a intentarlo más, pero tanta soledad resultaba aniquiladora y al final cedía; con esmero construía puentes que dejaban entrar a los demás hasta sus más recónditos pasadizos. Sin motivo de desgaste o tormenta, tiempo después los encontraba derrumbados, sin guerra previa ni intento de negociación, del otro lado habían cortado las amarras y levantado campamento sin dejar ni nota de despedida.
Dio vueltas en la cama, sentía el alma cansada, pero ese agotamiento no lo reparaba el sueño por lo que intentó volver a dormir sin poder conseguirlo; las olas llegaban una a una golpeándole el corazón. Tengo que aguantar, pasar el día se dijo y salió de la cama a tientas. Prendió la luz del baño y se miró en el espejo, allí estaba con su rostro más sincero y no le gustó lo que veía. Las facciones se esfumaban y la piel se derretía, era una mancha viscosa sin forma ni marcas, todo se fundía y en el centro sólo quedaban sus ojos negros como abismo esperando para tragársela. La barrera cedió y el mar comenzó a volcarse lento en su mirada, Malena se sentó en el frio suelo y lloró para ahogar tanta angustia, cuando pudo detenerse volvió a mirarse al espejo y se vio más débil y perdida que antes, como una enfermedad terminal sin remedio.
Había nacido con la soledad agarrándole las piernas, no había nada para ella, al menos no en este mundo; pero siempre podía aguantar y levantarse piedra por piedra, soñar que una mañana venidera estaba por llegar para darle paz y llenarle en corazón con alguna relación de chuchería, o tal vez con la muerte.


Victoria Montes

13 de febrero de 2014

Un lugar

Podría vestirme y salir a la calle,
¿pero para que hacerlo?
Aunque afuera el viento sople fuerte,
no va a llevarse esta oscuridad
que traigo dentro.

Podría ponerme una careta,
maquillarme el rostro,
adornarme las muñecas.
Esconder esta mirada vacía
tras lentes de cristal.

¿Cómo disfrazar la tristeza que me acompaña?
¿Cómo caminar con la cabeza erguida?
Cuando el alma pesa y me arrastra,
con mis miserias,
con tantas mentiras.

Al menos aquí está oscuro
y la soledad 
es mi única compañía.
Aquí,
donde no tengo que pretender
ser la que no soy.

Victoria Montes

6 de febrero de 2014

Desaparecer

Me hice vapor
y el viento
me deshizo en la bruma 
de una mañana corroída
por las ganas de no existir;
de ser una nube
que viaja hacia el mar
para golpearse
y dejarse caer
sobre las olas bravas,
oscuras,
profundas. 

Perdiendo el sentido de ser.
Flotando
en un cielo,
en un limbo,
en aguas ácidas,
mortales. 

Viendo las aves
libres en su vuelo.
Encadenada a un lecho
por el camino elegido,
que dejo la pecera sin agua
y la jaula cubierta
de gruesas telas
en el olvido. 

Sola,
como nadie lo ha querido,
rasgando la noche
en los sueños de mañana.
Sin poder huir
de lo que todos huyen.
Siendo
la dama que sonríe
bajo el cuerpo vacío.


Victoria Montes